La autoridad en la antigua Roma: auctoritas, potestas, imperium y el paterfamilias

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Jesse Sifuentes
por , traducido por Agustina Cardozo
Publicado el 05 noviembre 2019
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, portugués, turco
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La autoridad en la antigua Roma era compleja y, como cabe esperar de Roma, estaba llena de tradiciones, mitos y conciencia de su propia historia. Quizá la máxima autoridad era el imperium, el poder de mando del ejército romano. La potestas era el poder legal que correspondía a las distintas funciones de los cargos políticos. También existía la auctoritas, una especie de autoridad social intangible ligada a la reputación y el estatus. En el hogar romano cotidiano, la autoridad absoluta era el padre, conocido como paterfamilias. En este artículo examinaremos estos distintos tipos de autoridad que se extendieron a lo largo de los siglos y abarcaron todas las facetas de la vida romana, desde el hogar hasta la política pública y el campo de batalla.

Silver Denarius of Trajan (Reverse Side)
Denario de plata de Trajano (reverso)
Jesse Sifuentes (CC BY-NC-SA)

Auctoritas

El término latino auctoritas es vital para entender la política y la estructura social de la antigua Roma. Si leemos una biografía de Cicerón (106-43 a.C.), de Julio César (100-44 a.C.) o de Augusto (63 a.C. - 14 d.C.), seguramente nos encontraremos con la palabra auctoritas. Sin embargo, el término no se puede traducir simplemente como "autoridad". La mejor traducción posible sería "autoridad social, reputación y estatus". Es diferente de la autoridad legal, que se traduce como potestas. También era diferente de la autoridad militar, que se llamaba imperium. La auctoritas era más bien un prestigio intangible, en parte ganado y en parte inherente. Se podía ganar por el valor y la valentía en el campo de batalla, quizás como comandante, declarado imperator o "comandante victorioso" por sus soldados tras una serie de victorias. También se podía ganar al obtener las magistraturas políticas más prestigiosas, como la de cónsul, el cargo más alto de la antigua Roma. Pero también se heredaba porque había que tener un linaje noble, un apellido antiguo y conexiones sociales y políticas de gran alcance.

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Un senador romano que buscaba un cargo más alto normalmente tenía que poseer auctoritas, un prestigio intangible para llegar lejos.

Un miembro del Senado romano que buscara un cargo más alto y prestigio normalmente tendría que poseer auctoritas para llegar lejos. Incluso en los tribunales, la auctoritas del acusado era un factor importante. Tener profundas conexiones sociales y auctoritas significaba que alguien importante te defendería en su nombre en el tribunal, aumentando tus posibilidades de ser absuelto. Por ejemplo, tanto Cicerón como Augusto aprovecharon su autoridad social y su reputación para defender con éxito a sus amigos y asociados en los tribunales, ya fuera por auténtica amistad o como favor para construir una alianza política.

El historiador Adrian Goldsworthy cuenta una interesante historia de Pompeyo (106-48 a.C.) en el año 62 a.C., que después de haber llevado a cabo una campaña militar extremadamente exitosa, derrotó a Mitrídates VI del Ponto (135-63 a.C.). Pompeyo, antes de entrar en la ciudad de Roma, en un esfuerzo por disipar los temores del pueblo romano, aterrorizado de que se convirtiera en un tirano con su mando sobre tantas legiones, dejó el mando y desmovilizó a las tropas. Pompeyo estaba seguro de que aunque "ya no tenía el poder formal ni controlaba un ejército", podía "confiar en esa cosa intangible que los romanos llamaban auctoritas" (Goldsworthy, Augusto, 45).

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Para más contexto, Cicerón habló una vez de un Octavio muy joven e inexperto como si tuviera "mucha confianza, pero muy poca auctoritas" (Goldsworthy, Augusto, 104). Contrasta con un Octavio más viejo al llegar a Roma, después de haber derrotado a Marco Antonio y Cleopatra en la batalla de Actium. En ese momento, Octavio era el hijo adoptivo de Julio César, cónsul ese año, comandante de múltiples legiones, declarado imperator por sus soldados, y gracias a su conexión con el póstumamente deificado Julio César, ahora podía remontar su ascendencia hasta la diosa Venus, el semidiós Eneas, y Rómulo y Remo. En ese momento, era innegable que la auctoritas de Octavio estaba por las nubes.

Augustus of Prima Porta
Augusto de Prima Porta
Andreas Wahra (original), new version by Till Niermann (CC BY-SA)

En cuanto a la adopción, otro tipo de autoridad era la del paterfamilias (padre de familia), la autoridad suprema en cada hogar romano. La tradición romana otorgaba al padre un poder absoluto sobre todos los miembros de su hogar, incluso el poder de la vida y la muerte si lo consideraba oportuno. Aunque no se aplicaba a menudo en el último período de la República Romana, era un poder que el paterfamilias podía ejercer. El papel del padre era absoluto. Eran los responsables de criar a la siguiente generación que se presentaría a las elecciones y se convertiría en los próximos grandes hombres de Roma. Desde una edad temprana, "los niños empezaron a pasar más tiempo con sus padres, los acompañaban en los negocios... Los niños vieron a sus padres conocer y saludar a otros senadores... Empezaron a aprender quién tenía más influencia en el Senado y por qué. Desde una edad temprana, vieron cómo se llevaban a cabo los grandes asuntos de la República..." (Goldsworthy, César, 38).

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El papel del paterfamilias era tan importante que uno de los mayores honores que podía recibir un magistrado (generalmente un cónsul o un emperador) era el de Pater Patriae, que significa "Padre de la Patria". El título pertenecía originalmente a Rómulo por fundar Roma, que por tanto era el padre de esta. Cicerón recibió el honor en el año 63 a.C. cuando aplastó a los conspiradores en la Conspiración de Catilina. El Senado también se lo concedió a Augusto en el año 2 a.C. por restaurar la paz y la estabilidad en Roma. Más tarde, futuros emperadores también recibirían el honor, como Trajano (que gobernó del 98 al 117 d.C.) y Adriano (del 117 al 138 d.C.).

Silver Denarius of Trajan (Obverse Side)
Denario de plata de Trajano (anverso)
Jesse Sifuentes (CC BY-NC-SA)

Imperium

El imperium, comparado con la auctoritas, es más directo y tangible, aunque no está exento de peculiaridades. El imperium es la autoridad que tienen los magistrados y promagistrados para dirigir el ejército romano. Puede considerarse como la forma suprema de poder legal, que se otorgaba a magistrados como cónsules, pretores y procónsules. Había esencialmente dos tipos de imperium: el formal y el delegado.

Para dar una mejor idea del peso de la palabra, examinemos la aparición profética de la palabra imperium en la Eneida de Virgilio, escrita en la época de Augusto. Júpiter, el equivalente de Zeus en la religión romana, da una profecía que predice el nacimiento del poderoso Imperio Romano. Virgilio (70-19 a.C.) escribe:

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Luego Rómulo, engalanado con la roja piel de la loba, su nodriza, dominará a aquella gente y levantará las murallas de la ciudad de Marte, y dará su nombre a los Romanos. No pongo a las conquistas de este pueblo límite ni plazo; desde el principio de las cosas les concedí un imperio sin fin [en latín: imperium sine fine].

(Virgilio, La Eneida, 10)

Se trata de un imperium en un sentido más amplio que la mera autoridad militar. Júpiter concedió a Roma el derecho al imperio, al poder y al control sin fin sobre el mundo. Es en este contexto en el que podemos ver correctamente el término. Para los romanos, el derecho al imperium sobre el mundo era un derecho otorgado por Dios.

Los cónsules tenían formalmente el imperium como parte de su autoridad ejecutiva legal. Al ocupar el cargo político más alto, el cónsul poseía el imperium sobre la mayor parte de las legiones y estaba a cargo de las áreas de mayor importancia. Por ejemplo, si el asunto más apremiante durante el mandato de un cónsul era que una tribu hostil del norte asaltara y saqueara las ciudades italianas, entonces el cónsul sería el comandante del ejército y se ocuparía del asunto en cuestión. Normalmente, esto culminaba con la derrota y, en última instancia, la "pacificación" de la tribu hostil.

También se podía delegar el imperio. Se elegía a los promagistrados, como el procónsul, y los magistrados elegidos ese año, con el Senado como consejo asesor en su toma de decisiones, les delegaban el imperium. El procónsul solía ser un excónsul y actuaba en nombre del cónsul en ejercicio y era un gobernador provincial. Gobernaban la provincia romana que se les asignaba mientras duraba su mandato, durante el cual tenían una autonomía casi total y un imperium sobre sus legiones. Dado que los tiempos de viaje entre una provincia como Hispania (la actual España) y Roma eran tan grandes, no se esperaba que un procónsul enviara un mensajero a Roma para pedir permiso para tomar decisiones militares. Eso era poco realista y no era factible, así que actuaban como la máxima autoridad en su provincia. Cabe pensar en Julio César durante su época de procónsul, cuando conquistó la Galia en una exitosa campaña militar de ocho años en la que tuvo el control y la responsabilidad total de sus legiones.

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Julius Caesar
Julio César
Georges Jansoone (CC BY-NC-SA)

Una peculiaridad del imperium era dónde se podía ostentar. Sorprendentemente, el único lugar donde no se podía ostentar era dentro de la propia Roma. Los límites formales de Roma (llamados pomerium) eran sacrosantos y, por lo tanto, todos los comandantes de los ejércitos, por muy exitosos que fueran y por mucha auctoritas que tuvieran, debían depositar su imperium justo fuera de los límites de la ciudad antes de entrar. Esto era problemático para algunos comandantes corruptos que, temiendo represalias y consecuencias legales por sus acciones sin escrúpulos como procónsul, se verían completamente vulnerables al entrar en Roma porque ya no controlaban un ejército masivo. Cruzar los límites formales de Roma con su imperium y sus legiones era ilegal, una provocación peligrosa y, a veces, una declaración de guerra.

El imperium en la época de Augusto y el Principado (Imperio en lugar de República) solo cambiaría ligeramente en el concepto, pero mucho en la práctica real. En el concepto, el título y el prestigio de un cónsul o procónsul se mantenían, pero en la práctica, su autoridad militar total ya no existía; estaban subordinados al emperador romano en todos los sentidos. Uno de los poderes que tenía Augusto como emperador era el "maius imperium proconsular... poder proconsular que era superior a todos los demás procónsules" (Goldsworthy, Augusto, 497). Otro cambio durante el Principado fue que a Augusto se le concedió el derecho a ostentar este imperium proconsular supremo incluso dentro de los sacrosantos límites formales de Roma. Esto dio a Augusto el mando militar sobre todas las provincias del imperio, sin importar dónde residiera en ese momento.

Potestas

Mientras que la auctoritas estaba ligada a muchos aspectos diferentes y el imperium era una autoridad formidable y a veces peligrosa, la potestas era la autoridad legal de un cargo político. De los distintos tipos de autoridad en la antigua Roma, este era quizás el más sencillo porque estaba definido en la propia ley. Para delimitar nuestro ámbito, examinaremos la potestas de tres de los cargos políticos romanos más importantes: el cónsul, el pretor y el tribuno.

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La potestas del cónsul era muy amplia; podía proponer leyes, presidir el Senado y tener el mando militar de las legiones.

Al ser el cargo político más alto, la potestas del cónsul era muy amplia; podía proponer leyes, presidir el Senado y tener el mando militar de las legiones. La Asamblea Popular (Comitia Cenuriata) elegía dos cónsules cada año. Cada cónsul debía tener al menos 42 años de edad, ejercer un único mandato y no podía ser consecutivo. Por el mero hecho de alcanzar el cargo de cónsul, tenía un estatus y una reputación elevados (auctoritas), ya que se trataba de la magistratura más prestigiosa y codiciada, un poder legal de gran alcance (potestas) y una autoridad militar (imperium) sobre la mayoría de las legiones romanas en las zonas que necesitaban urgentemente una intervención militar.

Durante la República, el pretor urbanus era el segundo en importancia después de los cónsules. Eran elegidos justo después de los cónsules por la misma Asamblea Popular. Los pretores solían tener un tribunal que presidir. Los juicios se realizaban en plataformas elevadas en el Foro para que el público fuera testigo. El poder legal de los pretores era secundario al de los cónsules, también se les otorgaba imperium sobre las legiones y realizaban campañas militares de menor importancia. Además, si surgía una situación que requería una acción militar mientras los cónsules estaban fuera luchando en otra guerra, entonces el pretor debía estar a la altura de las circunstancias.

The Curia
La Curia
Chris Ludwig (Copyright)

Luego estaba el tribuno de la plebe; papel que solo estaba disponible para los plebeyos. La persona del tribuno era sacrosanta. Dañar físicamente al tribuno de cualquier manera era un delito. Un tribuno podía vetar los actos de cualquier magistrado y presentar leyes a la Asamblea Popular. Si se analiza con más atención, la potestas del tribuno de la plebe (tribunicia potestas) era inmensa, hasta el punto de que en el año 23 a.C., cuando Augusto renunció al cargo de cónsul, buscó y obtuvo la potestas de un tribuno para asegurarse de que su poder legal siguiera siendo supremo e indiscutible. En otras palabras, incluso el propio emperador requería la potestas de un tribuno.

Conclusión

A menudo, los tipos de autoridad estaban entrelazados, como la autoridad militar y la legal. Por ejemplo, en el caso de los principales magistrados (cónsules y pretores) el mando sobre las legiones (imperium) era la máxima expresión de su poder legal (potestas). La auctoritas intangible ayudaba a ascender en el escalafón político y a cimentar alianzas políticas para alcanzar posiciones que permitieran obtener el imperium y la potestas. Cada tipo de autoridad desempeñaba un papel clave en la propia ciudad de Roma y en sus provincias imperiales. Los comandantes ejercían su imperium y ganaban nuevos territorios para un imperio en expansión, la potestas legislativa y administrativa de los distintos magistrados del gobierno romano era necesaria para el florecimiento de Roma, y la auctoritas de un individuo podía influir en decisiones importantes y dar forma a la vida política.

Estas funciones se mantuvieron en gran medida estables durante cientos de años en la República romana. Desde el imperium de Escipión Africano (236 - 183 a.C.) en el siglo III a.C., cuando derrotó a Aníbal (247-183 a.C.) en la Segunda Guerra Púnica, hasta las revolucionarias reformas legislativas sobre la tierra de los tribunos Tiberio (169/164 - 133 a.C.) y Cayo Graco (160/153 - 121 a.C.), en el siglo II a.C., pasando por la inmensa reputación de Cicerón, cuya auctoritas le dio una increíble autoridad e influencia en el Senado en el siglo I a.C. Estas funciones solo se desequilibrarían durante la agitación de la República tardía, una época de triunviratos, dictadores y guerras civiles. El papel de la autoridad militar también cambiaría en la Roma Imperial, a partir de Augusto en el año 27 a.C., durante el cual el imperium dejaría de pertenecer realmente a los cónsules, los pretores y los comandantes proconsulares y pasaría a pertenecer únicamente al emperador (princeps). A lo largo de los siglos, los distintos tipos de autoridad fueron el motor que impulsó la estructura social y política de la antigua Roma.

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Bibliografía

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Sobre el traductor

Agustina Cardozo
Agustina es traductora pública (inglés/español), uruguaya, con estudios avanzados de Lingüística. Sus áreas de experiencia como traductora son la traducción biosanitaria y la traducción jurídica. Le interesan la Historia y las humanidades en general.

Sobre el autor

Jesse Sifuentes
I'm a World History teacher in Houston. I'm passionate about Ancient Rome, particularly Augustus' Principate and the Late Republic. My other passions include chess, cycling, art, and the Italian language.

Cita este trabajo

Estilo APA

Sifuentes, J. (2019, noviembre 05). La autoridad en la antigua Roma: auctoritas, potestas, imperium y el paterfamilias [Authority in Ancient Rome: Auctoritas, Potestas, Imperium, and the Paterfamilias]. (A. Cardozo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1472/la-autoridad-en-la-antigua-roma-auctoritas-potesta/

Estilo Chicago

Sifuentes, Jesse. "La autoridad en la antigua Roma: auctoritas, potestas, imperium y el paterfamilias." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. Última modificación noviembre 05, 2019. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1472/la-autoridad-en-la-antigua-roma-auctoritas-potesta/.

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Sifuentes, Jesse. "La autoridad en la antigua Roma: auctoritas, potestas, imperium y el paterfamilias." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 05 nov 2019. Web. 14 dic 2024.

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