Gran Palacio de Constantinopla

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Mark Cartwright
por , traducido por Sebastian Obregon
Publicado el 04 abril 2018
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, turco
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El Gran Palacio de Constantinopla fue la magnífica residencia de los emperadores bizantinos y sus oficiales en la corte que contaba con un salón con un trono dorado con sorprendentes dispositivos mecánicos, salones de recepción, capillas, tesorería y jardines. En uso desde 330 hasta 1453 d.C., lucía una decoración suntuosa en su totalidad con mármoles exóticos y mosaicos exquisitos para impresionar a los visitantes de todas partes con el poder y la riqueza del Imperio bizantino.

Byzantine Mosaic of Children Seated on a Dromedary
Mosaico bizantino de niños sentados sobre un dromedario
Hagia Sophia Research Team (CC BY-NC-SA)

Construcción y disposición

El Gran Palacio fue construido por el emperador Constantino I (que reinó de 306-337 d.C.) en una sección elevada de la ciudad y posteriormente sus sucesores irían añadiendo diferentes elementos, con lo que llegó a convertirse en una magnificencia vasta y ecléctica. Situado al este del hipódromo de la ciudad, el palacio ocupaba un espacio rectangular que limitaba al sureste con las murallas marinas de la ciudad y al noreste con el foro y la iglesia de Santa Sofía. Un ala residencial, el palacio de Dafne, conectaba el palacio con el famoso circo de la ciudad de manera que los emperadores disponían de un acceso fácil y seguro a los espéctaculos públicos que se celebraban. A través de los siglos, el complejo palaciego incluiría:

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  • un magnífico salón del trono
  • salones para audiencias oficiales, banquetes estatales y coronaciones
  • varios salones de recepción
  • varias iglesias y capillas
  • una universidad
  • termas romanas
  • una gran biblioteca donde también se producían manuscritos nuevos
  • dormitorios para la familia real y su séquito
  • la torre del faro
  • cuarteles para los guardias reales
  • jardines con terrazas y fuentes
  • un campo de polo
  • numerosos ejemplos de arte exquisito, especialmente mosaicos y estatuas

Muchos de estos edificios y características, construidos a lo largo de varios siglos, estaban conectados por pasillos y pasarelas de columnas cubiertas. El complejo se rodeó con un muro durante el reinado de Justiniano II (que reinó de 685-711 d.C.).

La entrada principal del palacio era la monumental puerta de Chalke que se usaba para procesiones ceremoniales como triunfos.

Se puede resconstruir la disposición general del palacio, así como de los elementos clave gracias a algunas descripciones, como la que se encuentra en De ceremoniis (Sobre las ceremonias de la corte bizantina), escrito en el siglo X d.C. por Constantino VII. Por desgracia, las excavaciones arqueológicas modernas del lugar no han podido arrojar demasiados detalles sobre los edificios específicos dentro del complejo palacial puesto que los otomanos volverían a reconstruirlo por completo.

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Edificios clave

La entrada principal del palacio era la monumental puerta de Chalke que se usaba para procesiones ceremoniales como triunfos. Tenía puertas de bronce gigantescas, que tal vez expliquen su nombre, chalke, que quiere decir "de latón" o "de bronce". La versión construida por Justiniano I (que reinó de 527-656 d.C.) tenía cuatro arcos que soportaban un domo y una columnata cubierta. El interior del domo estaba decorado con un mosaico reluciente que mostraba al emperador y a la emperatriz, Teodora, junto con un grupo selecto de senadores. Las victorias de Justiniano sobre los godos y vándalos también estaban expuestas. En el exterior de la puerta había estatuas de tales figuras como antiguos emperadores bizantinos, Belisario, que era el general principal de Justiniano, filósofos griegos y cuatro gorgonas. Lo más esplendido era, sin lugar a dudas, el mayor icono de Constantinopla, una representación dorada de Jesucristo como Cristo Chalkites.

Plan of the Hippodrome of Constantinople
Plano del Hipódromo de Constantinopla
Cplakidas (CC BY-SA)

El Chrysotriklinos, construido por Justino II (que reinó de 565-574 d.C.) fue el principal salón de audiencias que estaba repleto de decoraciones de oro, de las que deriva su nombre que significa "salón dorado". Se usaba como el salón de recepciones principal y en él había un trono para el emperador en el ábside así como finas sillas reservadas para los visitantes. Para asegurarse de que los visitantes no dudaran del poder y la riqueza imperial había un gabinete enorme, el pentapyrgion, que alberaga tesoros de todo el imperio. El salón tenía ocho nichos abovedados que conducían a otras habitaciones, 18 ventanas y un gigantesco domo.

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El Gran Palacio también funcionaba como una gran tesorería no solo para el oro, la plata, las piedras preciosas y los botines de guerra sino también para valiosas reliquias religiosas. La más reverenciada de las reliquias estaba relacionada con la crucifixión de Cristo que se guardaba en la capilla de la Nuestra Señora del Faro. Otro artefacto invaluable era el icono Mandylion o lienzo de Edesa. Este era un sudario que se decía que tenía una impresión de la cara de Jesucristo en la pose clásica conocida como pantocrátor que hoy en día se puede ver en las iglesias de todo el mundo. Los caballeros cruzados llevaron el sudario a Francia, pero este se perdió durante la Revolución francesa.

El salón púrpura

Constantino V (que reinó de 741-775 d.C.) añadió una característica importante y duradera al palacio. El emperador había engendrado siete hijos en total, y en el nacimiento del primero, su hijo León, se daría origen a la comúnmente usada expresión: "nacer en la púrpura" o porfirogéneta. La frase deriva del pórfido, un mármol escaso de color púrpura que se había usado en la cámara del palacio donde nació León y donde posteriormente nacerían muchos otros miembros de la realeza. La restricción de que únicamente la realeza podía usar vestimentas hechas con el costoso tinte púrpura de Tiro se había originado en tiempos romanos y esta nueva tradición era otro intento más de consolidar la legitimidad de la sucesión dinástica y disuadir a posibles usurpadores.

Stag & Snake, Byzantine Mosaic
Ciervo y serpiente, mosaico bizantino
Hagia Sophia Research Team (CC BY-NC-SA)

Restauración de Teófilo

Al emperador Teófilo (que reinó de 829-842 d.C.) se le acredita la lujosa restauración del palacio real y sus jardines, que, a lo largo de los siglos, se había convertido en una mezcolanza arquitectónica. Se derruyeron varias edificaciones y en su lugar se construyeron nuevas estructuras homogéneas de con pasillos que las conectaban, hechas de mármol blanco con finos mosaicos en las paredes y columnas en mármol rosa y pórfido.

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Teófilo le encargó a León el matemático que le hiciese un trono que levantase súbitamente al emperador a la cima del techo.

El mejor de todos era el Magnaura. Este edificio era una basílica con tres naves y galerías que se usaba como salón de recepciones. Para impresionar a los visitantes, Teófilo le encargó al endiabladamente ingenioso León el Matemático, que le construyera un trono que levantara repentinamente al emperador a la cima del techo mientras unos órganos dorados automatizados emitían música. El historiador L. Brownworth describe las otras maravillas de este salón dorado del trono:

Ningún otro lugar en el imperio, o tal vez en el mundo, emanaba tanta extravagancia en oro o se jactaba tan magníficamente de su disposición de riqueza. Detrás del masivo trono dorado había árboles hechos de oro y plata batidos, completos con aves mecánicas incrustadas de joyas que emitirían un canto al toque de una palanca. Enrollados alrededor de la base del árbol había leones y grifos dorados que observaban de manera amenazadora desde cada lado del reposabrazos, como si estuviesen listos a saltar en cualquier momento. En una experiencia aterradora para los embajadores que no se lo esperaban, el emperador podía dar una señal para que el órgano dorado comenzase a tocar una melodía ensordecedora, los pájaros comenzaran a cantar y los leones movieran sus colas y rugieran. (162)

La Tetraconcha de Teófilo fue otra de las adiciones del emperador, un edificio de cuatro alas cuyo piso formaba una cruz griega. Luego, un poco más tarde, a mediados del siglo IX, el césar Bardas, hermano de Teodora, regente de Miguel III (que reinó de 842-867 d.C.) fue responsable de establecer la famosa universidad de Magnarua, en la que León el Matemático fue director de una de las facultades.

Adiciones de Basilio I

La siguiente adición notable fue la Nea Ekklesia (Nueva Iglesia) construida por Basilio I (que reinó de 867-886 d.C.) en los terrenos del palacio. La iglesia era magnífica con cinco domos dorados, mármoles coloridos exóticos y muros decorados de gemas en su interior, decoraciones de plata y arcángeles en el exterior, dos finas fuentes y campanas traídas de Venecia. Desafortunadamente para los turistas modernos, la iglesia voló por los aires en 1453 porque los turcos la habían estado usando como almacén de pólvora.

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Byzantine Gooseherd Mosaic
Mosaico bizantino de una manada de gansos
Hagia Sophia Research Team (CC BY-NC-SA)

Basilio también construyó un nuevo palacio dentro del palacio para sí mismo, el Kainourgion. El suelo estaba compuesto de mosaicos de águilas gigantes y además tenía murales, ocho columnas de piedra verde y ocho de oniquita (un tipo de mármol) y un salón del trono con un techo fabricado con mosaicos de vidrio y un relleno de oro sólido. Había un medio domo en esta habitación con una gigantesca pintura de Basilio y generales aduladores presentándole al emperador un símbolo de cada una de las ciudades que habían conquistado sus ejércitos.

Ataques en el palacio

Puede que el Gran Palacio fuera una residencia real, pero esto no lo hizo inmune a los daños causados por el pueblo e incluso a veces por los propios emperadores. La puerta de Chalke fue destruida durante los disturbios de Niká en el 532 cuando las facciones partidarias del Hipódromo armaron una revuelta movidas por el descontento a causa de los exagerados impuestos del emperador Justiniano I. En tan solo 11 días, Justiniano aplastó brutalmente la rebelión y después reconstruyó la Chalke. El palacio tampoco era inmune a los asesino, tal y como demostraría un pequeño grupo disfrazado de monjes que asesinó a León V el Armenio (que reinó de 813-820 d.C.) mientras estaba en una de las capillas el día de Navidad de 820.

El emperador León III (que reinó de 717-741) era un iconoclasta acérrimo, es decir, que creía que la adoración de imágenes cristianas era idólatra. León empezó su campaña para destruir iconos por el más grande de todos, y en 726 d.C. insistió en que quitara la imagen dorada de Jesucristo sobre la puerta de Chalke. Esto hizo que estallara una revuelta y los murmullos del descontento podían escucharse de Italia a Grecia, pero esto no detuvo a León en su misión. No sería hasta el final de la iconoclasia en 843 d.C. que el obispo de Constantinopla, Metodio (843-847), comisionó al célebre pintor Lázaro para trabajar en un nuevo icono de Cristo para la puerta.

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Historia posterior

Alejo I Comneno (que reinó de 1081-1118) y sus sucesores abandonaron el Gran Palacio, ya que prefirieron residir en el suntuoso Palacio de Blanquerna localizado en el nordeste de Constantinopla que contaba con 300 habitaciones y 20 capillas. No obstante, el Gran Palacio continuó en uso para funciones estatales y recepciones. A partir de 1204, tras el saqueo de Constantinopla durante la cuarta cruzada, el Gran Palacio siguió en uso con los emperadores latinos. Fue durante el saqueo de Constantinopla cuando fueron robadas las reliquias sagradas de las capillas del Gran Palacio, que se acabaron llevando a varias iglesias occidentales, como la de Luis IX en París. Desde el reinado de Miguel VIII Paleólogo (1259-1282 d.C.) el palacio continuó su declive.

No queda mucho de los otrora excelentes edificios del Gran Palacio, pero sí que sobrevive una de sus características más comunes y bellas: los mosaicos de los suelos. Estos mosaicos, que representan todo tipo de escenas de la vida diaria bizantina y en especial escenas de naturaleza, de caza y de niños jugando, datan principalmente del siglo VI d.C. y hoy en día se pueden observar en el Museo de los Mosaicos del Gran Palacio en Estambul.

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Sobre el traductor

Sebastian Obregon
Ecuatoriano de 27 años graduado de Periodismo con una maestría en escritura creativa. Traductor freelancer en BabbelCube.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2018, abril 04). Gran Palacio de Constantinopla [The Great Palace of Constantinople]. (S. Obregon, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1211/gran-palacio-de-constantinopla/

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Cartwright, Mark. "Gran Palacio de Constantinopla." Traducido por Sebastian Obregon. World History Encyclopedia. Última modificación abril 04, 2018. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1211/gran-palacio-de-constantinopla/.

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Cartwright, Mark. "Gran Palacio de Constantinopla." Traducido por Sebastian Obregon. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 04 abr 2018. Web. 15 oct 2024.

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