Alexander Selkirk

Definición

Mark Cartwright
por , traducido por Carlos A Sequera B
Publicado el 14 septiembre 2021
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, turco
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Marooned Mariner by Howard Pyle (by Howard Pyle, Public Domain)
Marinero abandonado por Howard Pyle
Howard Pyle (Public Domain)

Alexander Selkirk (o Selcraig, 1676-1721) fue un escocés famoso por haber sido abandonado durante cuatro años y cuatro meses en una isla desierta en el océano Pacífico hasta su rescate por un barco británico que pasaba en febrero de 1709. Su historia inspiró el personaje principal de la aclamada novela de 1719 Robinson Crusoe, de Daniel Defoe (en torno a 1660-1731).

Selkirk estaba en una expedición corsaria en el Pacífico cuando fue abandonado en las remotas islas Juan Fernández. Pudo haber sufrido más de cuatro años de soledad, pero le fue mejor que a sus compañeros quienes, posteriormente, naufragaron y fueron llevados a una prisión española. La suerte de Selkirk mejoró notablemente tras la captura de un barco del tesoro español por parte de la expedición que lo había rescatado. Selkirk, viviendo bien en Inglaterra gracias a su parte del botín, se convirtió en un oficial de la armada real antes de morir en el mar en 1721.

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Primeros años

Alexander Selkirk, algunas veces llamado Selcraig, nació en Escocia en 1676. Era hijo de un zapatero y tenía seis hermanos. Su primera aparición en los registros históricos es que fue encontrado culpable por comportamiento indecente, de todos los lugares, en la iglesia. Después, se hizo a la mar y se convirtió en un candidato a oficial gracias a su habilidad para las matemáticas y el uso de instrumentos de navegación. En 1703, se unió a la fatídica expedición corsaria de William Dampier (en torno a 1651-1715), destinada a la aventura en el océano Pacífico.

SELKIRK discutió con su capitán porque pensaba que el CALAFATEADO del barco era insuficiente y que era muy probable que se FILTRARA tanto que se hundiría.

Abandonado

Ser abandonado en una isla desierta no era un castigo extraño para los marineros insubordinados pero, en 1704, Selkirk se ofreció voluntariamente para el procedimiento a mitad de la expedición. Comúnmente, un marinero se dejaba sin provisiones, equipos e incluso ropa, de tal manera que el abandono era, en realidad, una sentencia de muerte diferida y un castigo reservado para los ladrones y los amotinados. Por esta razón, algunos marineros preferían ser fusilados directamente, y en el caso de los que no, a menudo, les dejaban una pistola de todas maneras para que pudieran usarlas contra sí mismos cuando los estragos de la sed y el hambre alcanzaran su cúspide.

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Juan Fernández Islands
Islas Juan Fernández
Gi (Public Domain)

Todo el desastroso episodio empezó algún tiempo antes. Navegando por el océano Pacífico frente a la costa de Chile en el verano de 1704, la expedición corsaria británica liderada por William Dampier arribó a las islas Juan Fernández, a 630 km de la costa. Había dos barcos en la expedición, el Saint George, capitaneado por Dampier, y el Cinque Ports, capitaneado por Thomas Stradling. El capitán original del Cinque Ports había fallecido a la mitad del viaje, por lo que Stradling fue promovido mientras Selkirk fue nombrado oficial superior, segundo al mando. Esto fue, quizás, el inicio de la fricción entre los dos marineros. Stradling demostró ser un comandante menos que talentoso, y su severa disciplina no le granjeó el respeto de su tripulación. De hecho, en un momento dado casi se produjo un motín, pero Dampier intervino y resolvió la situación. Las tensiones siguieron aumentando lentamente tras una mala racha donde se capturaron pocas recompensas y un ataque al puerto español fortificado de Santa María en Panamá que resultó infructuoso.

Para entones, el Cinque Ports estaba tan mal que requería reparaciones y así la nave se separó del Saint George y se detuvo en las islas Juan Fernández en septiembre. Selkirk discutió con Stradling que el nuevo calafateado del barco era insuficiente y éste muy probablemente tendría tantas fugas que el barco se hundiría. Selkirk se negó a zarpar y Stradling lo dejó en la isla con su cofre en octubre. Por suerte para Selkirk, su cofre contenía un gran número de piezas de equipo útiles para la vida en una isla deshabitada. Su rescatador inventarió las siguientes:

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Tenía con él su ropa y sus sábanas, un mosquete, algo de pólvora, balas y tabaco, un hacha, un cuchillo, una tetera, una Biblia, algunas piezas prácticas y sus instrumentos y libros de matemáticas. Proveyó para sí mismo lo mejor que pudo; pero durante los primeros ocho meses había tenido que enfrentar mucho la melancolía y el terror de quedarse solo en un lugar tan desolado. (Rogers, 92)

Las ropas de Selkirk pronto se desintegraron en el clima tropical, así que tuvo que crear nuevas usando pieles de cabra cosidas con una aguja que él había fabricado a partir de un clavo. Fue capaz de hacer fuego frotando palos de madera de pimiento. Construyó dos cobertizos con ramas y hierbas largas y los cubrió con más pieles de cabra. Domesticó a un gran número de gatos salvajes de la isla para mantener su refugio libre de ratas y para darse algo con que llenar los largos días de soledad. Su fé le aseguró que mantuviera su cordura al leer su Biblia y cantar sus himnos. Rogers, su rescatista, dijo que Selkirk había "dicho que fue mejor cristiano en esta soledad de lo que había sido antes, o de lo que, temía, volvería a ser " (Ibid).

Robinson Crusoe by Walter Paget
Robinson Crusoe por Walter Paget
Walter Paget (Public Domain)

La isla de Selkirk, en la actualidad conocida en español como isla Robinson Crusoe (anteriormente isla Más a Tierra), tiene forma de creciente, con una alargada y estrecha península en el extremo occidental y montañas en el centro. La isla, densamente boscosa, le suministró a Selkirk madera, agua fresca de manantial y carne de cabra, foca y león marino. También había hierbas y ciruelas silvestres, y nabos que habían sido plantados por marineros durante previas estadías en las islas. Selkirk, según Rogers, no podía soportar el pescado sin sal, ya que esto afectaba a sus intestinos seriamente, pero comía langostas cuando podía capturarlas. Piratas y corsarios habían usado este archipiélago como base durante el siglo XVII, ySelkirk probablemente pensó que tenía muchas probabilidades de que una nave de paso viniera a rescatarlo en un par de meses. Resultó que tuvo que esperar más de cuatro largos años para ver de nuevo a otro ser humano. Al menos, si hubiera tenido medios, Selkirk se habría sentido satisfecho de escuchar que tuvo razón respecto al Cinque Ports, y que este se acabó hundiendo, dejando abandonados a Stradling y parte de la tripulación en las islas Malpelo. Allí permanecieron hasta que un barco español los capturó y los transportó encadenados a una prisión en Lima acusados de piratería. Selkirk había disfrutado claramente del mejor destino de los dos hombres.

DESPUÉS de ocho años de ausencia de su patria, Selkirk vivió cómodamente por el dinero de recompensa de su actividad corsaria.

El misquito William

Curiosamente, Selkirk no fue el primer marinero en ser abandonado en las islas Juan Fernández. En 1681, el bucanero capitán Watling dejó allí, por necesidad, a un indio mosquito (también conocido como misquito, de Honduras o Nicaragua). El buque de Watling fue amenazado por un navío español que se aproximaba y así dejó la isla mientras este hombre, llamado William, estaba fuera cazando para conseguir carne fresca. William no fue olvidado por algunos integrantes de la tripulación de Watling quienes navegaron por las islas en 1684, bajo las órdenes de otro bucanero, el capitán John Cook. Un miembro de la tripulación era William Dampier (de nuevo él) y quería saber si William todavía estaba vivo en la isla desierta. Encontró a su viejo compañero con buena salud, aunque había cambiado sus ropas por pieles de cabra. William había sobrevivido gracias a su rifle el cual, aunque inútil como arma de fuego cuando se agotaron las balas, había resultado tremendamente útil cuando William le cortó el cañón metálico para elaborar varias herramientas, como anzuelos para la pesca.

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Rescate y riquezas

Alexander Selkirk se había acostumbrado a la vida en su isla, pero mantuvo una vigilancia constante por los barcos que pasaban. Finalmente, un barco atracó. Para 1708, el inglés Woodes Rogers (1679-1732) se había embarcado en un viaje corsario que finalmente lo llevaría alrededor del mundo. El 2 de febrero de 1709, a mitad de la circunnavegación, Rogers rescató a Selkirk de las islas Juan Fernández. Rogers documentó algunos detalles de la vida solitaria de Selkirk, en su isla desierta, en sus propias memorias de la circunnavegación recogidas en A Cruising Voyage Round the World, publicado en 1712. Apuntó que Selkirk estaba “vestido con pieles de cabra” y que él “lucía más salvaje que los primeros dueños de ellas" (Ibid). También registró que Selkirk había olvidado como hablar pero que, por lo demás, estaba en excelente condición física. Cuando Selkirk recuperó el habla, le contó a Rogers que él sólo había avistado unos pocos barcos durante los años y que ninguno había visto sus señales de fuego. Dos barcos habían anclado en las islas pero estos eran españoles y habían disparado contra Selkirk, haciendo que se refugiara en el bosque.

Mountains, Juan Fernández Islands
Montañas, islas Juan Fernández
Serpentus~commonswiki (CC BY-SA)

Aparentenente, cuando Selkirk atisbó a William Dampier (si, también estaba en este viaje), quien era el navegante jefe o principal navegante de Rogers, requirió ser desembarcado y abandonado a su soledad, pero Rogers se negó. Dampier, a pesar de esta fría actitud, recomendó que, por su experiencia marítima y conocimientos en navegación, Selkirk sería una adición útil a la tripulación. En consecuencia, Selkirk fue nombrado segundo oficial a bordo de la nave de Rogers, el Duke.

La expedición corsaria continuó y pronto realizó una captura descollante, el barco de presa Nuestra Señora de la Encarnación y Desengaño, un galeón de Manila, que transportaba una enorme cantidad de productos preciosos chinos y de otros orígenes. Este fue un golpe impresionante, ocurrido en el día de Año Nuevo de 1710, ya que sólo se abordaron cuatro galeones de Manila en tres siglos de oportunidades; tan bien protegidos y armados estaban estos buques del tesoro español anual que transportaban el botín entre Manila, en las Filipinas, y Acapulco, en México. A Selkirk se le otorgó una porción de 800 libras del botín del galeón (más de 150.000 libras o 200.000 dólares de hoy en día), por lo que la suya fue una auténtica historia de la pobreza a la riqueza. Selkirk, después de su retorno a Inglaterra en octubre de 1711, tras lo que había sido una ausencia de ocho años de su patria, vivió cómodamente del dinero de su recompensa durante varios años y, en 1717, se convirtió en un oficial en la Armada Real; falleció en el mar en 1721, luego de contraer una fiebre tropical. Se dice que en esos últimos años siempre deseó haber regresado a su isla desierta.

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Selkirk y Robinson Crusoe

La vida de Selkirk en una isla desierta inspiró la novela de Daniel Defoe Robinson Crusoe, publicada por primera vez en 1719 y ampliamente considerada la primera novela en idioma inglés. Defoe tenía un gran interés en la historia marítima y, particularmente, en las vidas de los piratas y corsarios. De hecho, algunos historiadores le adjudican la autoría de la célebre obra Historias de piratas. La obra fue compilada en la década de 1720 y en su portada se acredita al autor como el capitán Charles Johnson. Johnson y Defoe pueden haber sido el mismo. Aunque existe escasa evidencia de que Defoe concociera a Selkirk, se sabe que el autor conoció a Woodes Rogers y, por ende, él habría escuchado de primera mano la historia de Selkirk por boca de su rescatador. También hubo una entrevista a Selkirk hecha y publicada en 1713 por el periodista sir Richard Steel (1672-1729). Defoe también habría sabido de William, abandonado en la isla en 1681, ya que William Dampier contó esa historia en sus diversas memorias publicadas en 1697 y 1699. William fue, quizás, la inspiración para el personaje de Viernes, un caníbal a quien Crusoe rescata.

Robinson Crusoe by N.C. Wyeth
Robinson Crusoe por N.C. Wyeth
N.C. Wyeth (Public Domain)

Hay unas diferencias notables entre Crusoe y Selkirk, el primero naufraga, no es abandonado deliberadamente, y acaba en una isla desierta en la costa este de Suramérica, no en la costa oeste. Crusoe sobrevive 27 años y finalmente consigue un compañero en Viernes, lo cual Selkirk nunca hizo en sus cuatro años y cuatro meses de soledad. Tanto si se considera a Robinson Crusoe como un relato de supervivencia entretenido o una alegoría para la redención espiritual, una contribución significativa para el éxito de la novela es el convincente nivel de detalle. Defoe ha hilvanado magistralmente detalles marítimos tomados de viejos marinos como Rogers y Dampier en el marco de la historia de Selkirk y creó un relato completamente creíble de supervivencia humana. El libro fue un clásico instantáneo y se ha convertido en una de esas raras novelas que son amadas tanto por los críticos literarios como por los lectores en general.

El imperecedero atractivo de Robinson Crusoe ha hecho que los historiadores se mantengan ávidos en investigar la vida y los tiempos de Alexander Selkirk. En 2005 se envió una expedición arqueológica a las islas de Juan Fernández con la tarea de encontrar objetos relacionados con la historia de Selkirk. Los hallazgos más bien exiguos incluyeron un fragmento de un par de divisores de navegación metálicos, casi con toda certeza los de Selkirk. Como comentario final, puede que Selkirk escribiera un diario de su experiencia, pero este, al igual que su autor una vez, ha quedado olvidado en la Biblioteca Estatal de Patrimonio Cultural Prusiana en Berlín, donde incluso se cuestiona su propia existencia.

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Sobre el traductor

Carlos A Sequera B
Carlos es ingeniero metalúrgico de Barquisimeto, Venezuela. Desde la infancia se sintió muy atraído por la geografía y la historia antigua. Leer sobre estos temas se convirtió en una afición y fortaleció sus conocimientos sobre historia.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2021, septiembre 14). Alexander Selkirk [Alexander Selkirk]. (C. A. S. B, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20071/alexander-selkirk/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Alexander Selkirk." Traducido por Carlos A Sequera B. World History Encyclopedia. Última modificación septiembre 14, 2021. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20071/alexander-selkirk/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Alexander Selkirk." Traducido por Carlos A Sequera B. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 14 sep 2021. Web. 04 nov 2024.

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