El alfabeto griego se desarrolló a partir de la escritura fenicia en algún momento en torno al siglo VIII a.C. La escritura anterior de Micenas, el Lineal B, usada principalmente para hacer listas e inventarios, se había perdido durante la Edad Oscura griega, y la tecnología de la palabra escrita siguió estando fuera del alcance hasta la invención del alfabeto que influiría en la escritura latina posterior.
La base del sistema de escritura conocido como "alfabeto" proviene de Oriente Próximo, específicamente de Levante, pero, tal y como indica el erudito Barry B. Powell, estos sistemas anteriores no eran el alfabeto:
Desde un punto de vista histórico, el "alfabeto" y el "alfabeto griego" son lo mismo. El alfabeto griego fue el primero que informaba al lector de cómo sonaban las palabras, tanto si sabía lo que significaban como si no. La palabra "alfabeto" en sí es una palabra griega formada a partir de los nombres de las dos primeras letras de la serie (alfa y beta). Los sistemas de escritura anteriores, incluidos tales como los semíticos occidentales como el fenicio y el hebreo, no eran alfabetos en ese sentido. Todos los alfabetos posteriores, el latín, el cirílico o el alfabeto fonético internacional, son modificaciones del alfabeto griego y tienen la misma estructura interna. (3)
A diferencia de la escritura lineal B micénica, que parece haber tenido una función principalmente utilitaria, el alfabeto se usó rápidamente para preservar la tradición oral literaria poniéndola por escrito en obras como la Ilíada y la Odisea, atribuidas a Homero, y las tradiciones religiosas tal y como las escribió Hesíodo en su Teogonía. Estas tres obras todas datan del siglo VIII a.C. Sin embargo, también se crearon obras nuevas, tales como Los trabajos y los días de Hesíodo, e inscripciones tales como la de la Copa de Néstor (también datada del siglo VIII a.C.) se cuentan entre los ejemplos más antiguos de la escritura griega.
A partir del siglo VIII a.C. en adelante, el alfabeto griego se utilizó para producir todas las obras famosas de la civilización griega que abarcan desde la astronomía y la astrología hasta la botánica, la biología, la escritura creativa, la crítica literaria, la historia, las artes médicas, la filosofía, la ciencia, la sociología, la medicina veterinaria o la zoología entre muchas otras disciplinas, lo que estandarizó el conocimiento y permitió que hubiera más desarrollos. Los etruscos adoptarían el alfabeto griego y se lo transmitirían a los romanos que lo usaron para desarrollar la escritura latina que se convertiría en la base de las escrituras alfabéticas modernas.
El Lineal B y la Edad Oscura griega
La civilización micénica (en torno a 1700 a 1100 a.C.) desarrolló más de 100 centros urbanos por toda Grecia y Anatolia, y llevaba un registro mediante un sistema de escritura conocido como Lineal B. El Lineal B se desarrolló a partir del Lineal A de la civilización minoica (2000 a 1450 a.C.), pero como todavía no se ha descifrado el Lineal A, la relación entre ambas escrituras no está clara.
El Lineal B era una escritura silábica que constaba de más de 80 signos y 100 ideogramas. Una escritura silábica, tal y como indica su nombre, representa las sílabas de una palabra mediante caracteres; los signos proporcionan un sentido fonético y referencial y los ideogramas el tema en cuestión y la cantidad, o algún tipo de medida. Una línea de Lineal B podría ofrecer los signos directamente, el tema (ovejas) y la cantidad (25), pero no podría transmitir la necesidad de 25 ovejas.
Por lo tanto, este tipo de escritura solo se usaba en los documentos oficiales de los palacios de Micenas y en los inventarios comerciales. No hay una literatura micénica escrita porque no tenían un sistema de escritura capaz de expresar ideas o conceptos complejos, a pesar de que, obviamente, tenían tales pensamientos, tal y como demuestran las pruebas arqueológicas sobre sus prácticas religiosas.
La civilización micénica cayó durante el Colapso de la Edad de Bronce (en torno a 1250 a en torno a 1150 a.C.), lo que dio paso a la Edad Oscura griega (en torno a 1200 a en torno a 800 a.C.) durante la cual se perdió el Lineal B. Por muy limitada que hubiera sido la escritura, servía para proporcionar un registro escrito de las actividades de la gente, que ya no fue posible durante la Edad Oscura. Las reconstrucciones de la vida cotidiana de la Antigua Grecia durante este periodo dependen por completo de las pruebas arqueológicas o las obras de otras civilizaciones de Oriente Próximo.
El origen del alfabeto
En algún momento entre 800-700 a.C. los griegos conocieron el alfabeto a través de los fenicios, probablemente a través de los comerciantes, aunque no está claro cómo ocurrió. Heródoto (en torno a 484-425/413 a.C.) ofrece la versión más conocida del acontecimiento:
Los fenicios que vinieron a Grecia con Cadmo acabaron viviendo en este país y presentándoles a los griegos varios logros, de los cuales el más destacable es el alfabeto que, hasta donde yo sé, los griegos no tenían antes. Al principio, las letras que usaban eran las mismas que las de los fenicios en todas partes, pero a medida que fue pasando el tiempo, además del sonido también fueron cambiando la manera en que escribían las letras. En aquel momento, la mayoría de los vecinos griegos eran jonios. Así que fueron los jonios los que aprendieron el alfabeto de los fenicios; cambiaron las formas de algunas letras, pero lo siguieron llamando "alfabeto fenicio", algo justo ya que fueron los fenicios los que lo llevaron a Grecia. (Libro V.58)
Powell, entre otros, rechaza esta historia porque según él es "un pensamiento histórico inicial... que busca emplazar acontecimientos humanos del pasado en tiempo real" (6) y mitificar un acontecimiento mediante la figura de Cadmo, el gran héroe y príncipe fenicio que fundó Tebas. Hay escritores anteriores y posteriores a Heródoto que dan su versión de los hechos sobre el nacimiento del alfabeto griego; algunos, como el escritor latino Cayo Julio Higinio (en torno a 64 a.C. a 17 d.C.), se lo atribuyen casi totalmente a los dioses o las Moiras, pero el consenso general es que es de origen fenicio. Powell comenta:
La escritura fenicia consta de veintidós signos silábicos, cada uno de los cuales designa una consonante y una vocal sin especificar (o ninguna vocal). De origen desconocido, pero que normalmente se cree que desciende del egipcio, este sistema de escritura ya se había desarrollado por completo para 1.000 d.C. cuando se extendió sin diferenciación a la Palestina hebrea y poco después a la Siria de habla aramea y el norte de Mesopotamia. Este silabario simple sustituyó, en muchas áreas, las complicadas escrituras cuneiformes logosilábicas que desde hacía tiempo habían respaldado las élites gobernantes de la Edad de Bronce. (6-9)
El cuneiforme, inventado por los sumerios en torno a 3.500 a.C. y perfeccionado en torno a 3.200 a.C., tenía 600 caracteres en su composición más sencilla. Por lo tanto, es fácil entender que se agradeciera, y acabara adoptando, un sistema de escritura más conciso. Los estudiosos Christopher Scarre y Brian M. Fagan comentan lo siguiente sobre el desarrollo del sistema que se convertiría en el alfabeto griego:
La idea de los componentes alfabéticos apareció por primera vez en las inscripciones encontradas en el Sinaí, conocidas como protosinaítico, que datan de en torno a 1700 a.C. Estas inscripciones se basaban en los jeroglíficos egipcios, pero usaron una selección reducida de la gama completa de jeroglíficos para formar un alfabeto. El idioma de las inscripciones no es egipcio sino cananeo, y fue en el Levante donde se desarrollaría después el alfabeto. Para el siglo XI a.C. los fenicios ya estaban usando una versión totalmente desarrollada de este alfabeto primitivo. Los israelitas y los arameos adoptaron y adaptaron el alfabeto fenicio en el siglo IX a.C., y los griegos lo adoptaron de los mercaderes fenicios en el siglo VIII a.C. (222)
Ocurriera como ocurriese esta transferencia inicial de información, se cree que debió haber un griego que conocía bien la escritura fenicia que pudo realizar los ajustes necesarios para adaptar la escritura para los griegos. Puede que estos cambios consistieran en la adición de vocales y dos letras más, con lo que el total sería de 24 letras, o puede que estos cambios ocurrieran más tarde.
Primeros usos e impacto
Una vez dominado el sistema de escritura, se empezó a usar para documentar mucho más que listas de inventario. La tradición oral griega, desarrollada durante la Edad Oscura y de la que formaban parte tales historias como la creación del mundo, el nacimiento de los dioses y las aventuras de los grandes héroes, ahora se podía poner por escrito, y parece que ocurrió muy poco después de que los griegos conocieran el alfabeto. El experto Thomas R. Martin comenta:
La escritura fue la contribución más dramática de Oriente Próximo a Grecia en la Antigüedad, ya que hizo que Grecia saliera de su Edad Oscura. Los griegos probablemente aprendieron el alfabeto de los fenicios para utilizarlo en la documentación de los negocios y el comercio, algo que los fenicios hacían tan bien, pero pronto empezaron a usarlo para escribir poesía, específicamente, la poesía homérica. Dado que la habilidad de leer y escribir continuó siendo innecesaria para la mayoría de propósitos en una economía agrícola como era la Grecia arcaica y no había escuelas, en un principio no hubo mucha gente que aprendiera la nueva tecnología de las letras. (58-59)
Sin embargo, son los que escriben las historias los que le dan forma a la cultura, y poco importaba si alguien podía o no leer las páginas de Homero, ya que podía oír las historias cuando se leían o verlas recitadas, y mediante su participación, por pasiva que fuera, absorbía los valores culturales alentados por la élite social alfabetizada. Martin apunta:
Las ideas y las tradiciones de la élite social en cuanto a la organización de las comunidades y el comportamiento adecuado de quienes las conformaban, es decir, su código de valores, representaban, al igual que la aparición de la agricultura, los componentes básicos de la emergencia en Grecia de nuevas formas políticas. Los valores sociales de la élite de la Edad Oscura conforman la base de las historias contadas en la Ilíada y la Odisea, los dos poemas largos que se empezaron a poner por escrito hacia mediados del siglo VIII a.C., el final de la Edad Oscura. (42-43)
Hacia esa misma época, el poeta Hesíodo compuso su Teogonía sobre la creación, el nacimiento de los dioses y su genealogía y, algún tiempo después, escribió el primer poema autobiográfico de la literatura griega, Los Trabajos y los días, que invoca a los dioses para que se pongan de su parte frente a jueces injustos y leyes que favorecía a su hermano Perses en una disputa sobre la propiedad de la granja familiar. Aunque otras civilizaciones anteriores habían producido obras autobiográficas, estas no estaban al alcance de los griegos, tal y como apunta Powell:
¿Qué hay de la literatura anterior, afianzada en las civilizaciones espléndidas y antiquísimas de Egipto y Mesopotamia? Estas civilizaciones alfabetizadas florecieron 2.500 años antes que Homero y le otorgaron mucho a Grecia en cuanto a cultura técnica y material. ¿Cuánto de su cultura literaria se transmitió a Grecia? La respuesta es "prácticamente nada". Sencillamente, los griegos no podían leer los escritos de los pueblos anteriores. (1)
Por eso, las obras de Homero y Hesíodo, aunque no constituían una forma "nueva" desde una perspectiva histórica global, eran completamente nuevas para los griegos. La influencia que tuvo el alfabeto griego en el desarrollo de la cultura griega fue enorme, incluso si, tal y como ya se ha dicho, la mayor parte de la población era analfabeta durante la época arcaica. El alfabeto le presentó al pueblo los mundos que creaban escritores a los que nunca conocerían, y abrió posibilidades interminables de combinaciones de palabras para crear un efecto específico con estos mundos: la elevación, la ilustración y el entendimiento.
La Ilíada y la Odisea son poemas épicos de la largura de un libro, la Teogonía tiene algo más de 1.000 versos, Los Trabajos y los días, casi 900 versos. Sin embargo, entre los ejemplos más antiguos del alfabeto griego se encuentra una inscripción de tres líneas en el recipiente para beber conocido como la Copa de Néstor que se podría considerar como el primer "anuncio de cerveza" de la historia:
¿Quién soy? Nada menos que la lujosa
copa de Néstor. Bébeme rápido:
y en sus brazos te llevará la dorada Afrodita.(Cahill, 58)
Al nivel más básico, la inscripción sugiere una narrativa que todavía se usa en la publicidad de hoy en día: "bebe esta cerveza y consigue a la mujer guapa"; pero al identificar el recipiente como la copa de Néstor, también invita al bebedor a relacionarse con Néstor, el sabio rey de Pilos de la Ilíada y, por asociación, con todos los demás grandes héroes y deidades homéricas. Al igual que la Ilíada y la Odisea podrían elevar los corazones y las mentes de los oyentes, esta inscripción de tres líneas también podía hacerlo.
El impacto cultural de estas obras, que le debían su existencia al alfabeto, fue inmenso. El experto Thomas Cahill comenta:
Un sistema de escritura de unos veinte caracteres supuso que cualquiera podía aprender a leer, incluso niños, mujeres y esclavos. ¡Supuso tal empoderamiento! Especialmente cuando se compara con los sistemas anteriores... Había que saber bien hebreo para poder leerlo con confianza. Si el hebreo no era la lengua materna del lector, este siempre tendría que ir adivinando qué vocales poner entre las consonantes. Pero el griego escrito, gracias a la adición de vocales, no requería ninguna interpretación o juicio subjetivo. Era completamente objetivo, estaba todo ahí, era completamente ajeno al lector. Al igual que la sencillez de la escritura alfabética hizo posible el acceso general a la alfabetización, que a su vez posibilitó un intercambio democrático, la absoluta objetividad del alfabeto griego alentó la desmitificación del mundo. (59)
Conclusión
Como el alfabeto permitía desarrollar las lecciones del pasado, alentó el desarrollo de sistemas filosóficos, científicos, médicos, religiosos, políticos, culturales y sociales. En Grecia, el concepto de democracia ya se entendía y practicaba durante la Edad Oscura, pero durante las épocas arcaica y clásica, se desarrolló hasta ser un sistema de gobierno reconocible. Antes del alfabeto cualquiera podía creer lo que quisiera sin dificultad, pero después había que reconciliar las creencias personales con un estándar objetivo de la realidad que se presentaba mediante la palabra escrita.
Dado que el sistema alfabético griego era más fácil de aprender que otros sistemas, contribuyó a una mayor alfabetización, ampliada gracias a la fundación de escuelas, cuyo resultado fue una sociedad más cohesiva que reconocía verdades objetivas, incluso si después discutía sobre lo que querían decir esas verdades. También contribuyó a la democratización de la alfabetización. Aunque solo las clases superiores se podían permitir pagar por la educación formal, cualquiera que quisiera podía aprender a leer el alfabeto griego. Cahill comenta:
El tipo de alfabetización que prácticamente todo el mundo puede aprender fácilmente tiende a extender una conciencia protodemocrática por todas partes, incluso si solo se ogra pasito a pasito durante un largo periodo de tiempo... Un tipo de alfabetización que desmitifica el acto de lectura, que elimina para siempre esa aura de inaccesibilidad de Hermandad Sagrada de escribas, sabios y potentados, también desmitificará otras áreas de la experiencia humana. (60)
El alfabeto griego, adoptado posteriormente por los etruscos y luego por los romanos, se convirtió en la base del alfabeto actual y, por lo tanto, en el paradigma moderno de lo que constituye la realidad objetiva. Antes del alfabeto, una narrativa sobre la vida del estado o la comunidad podía tomar muchas formas diferentes dependiendo de la memoria del hablante y de su interpretación particular. Después, las historias se estandarizaron, se empezaron a aceptar como verdad y a conocerse como "historia". Los descubrimientos y las ideas nuevas, cuya transmisión hasta entonces habían dependido de la proximidad de cada uno al innovador, ahora se podían entender a través de la distancia y del tiempo, lo que permitió un mayor desarrollo de muchas disciplinas. Antes del alfabeto, solo había opiniones; después, hubo hechos.